17 jul 2009

ESTAR EN LA LUNA

Hace cuarenta años Neil Armstrong pisó el suelo lunar y dijo aquello del pequeño paso para un hombre (no para “el hombre”, como reclamarían luego las feministas sin depilar) y el gran paso para la humanidad y todos nos quedamos boquiabiertos.

Era el triunfo de la razón, la ciencia, la ilustración, el positivismo y la confianza. Era también el triunfo de los Estados Unidos.

Fue el momento más cálido de nuestra relación generacional con lo que podía encarnar la primera potencia del mundo.

La conquista del espacio parecía haber dado el primer y gigantesco paso y todos nos sentimos, por un momento, colonos de otros mundos.

Pero pasaron los días y la hazaña de la caminata lunar se fue olvidando y la guerra de Vietnam continuó, los bombardeos sobre Vietnam del Norte se intensificaron, murió Rocky Marciano, Charles Manson mandó matar a Sharon Tate, Lennon y Yoko Ono se encamaron en un hotel de Amsterdam en protesta en contra de la guerra, y todo, en general, volvió a la gris normalidad del día a día.

La aventura feliz del Apolo XI fue la luna de miel de la Nasa con la opinión pública mundial. Nunca hubo otra. Ni las otras misiones a la luna y ni siquiera la repetida muerte de astronautas a bordo de sendos transbordadores merecieron la atención que tuvo aquella jornada épica del 20 de julio de 1969.

Mirar la bola cenicienta de la luna nos distrajo un rato e imaginar que la ciencia podía volver a ser soñadora y altruista nos alivió. Era como volver a Galileo, a Pasteur, a madame Curie, a Newton. Era volver a creer en el genio de la especie. Y era el gozo añadido, además, de hacer retroceder a la Religión y a sus talismanes.

Pero llegó 1970 y descubrimos que el alunizaje había sido un capítulo de la propaganda de los Estados Unidos y no un gesto científico. Y, de paso, todos los exámenes del material lunar traído a la tierra llegaban a la misma conclusión: polvo estéril, granulillos de un satélite inútil y varias veces muerto. No había misterio ni promesa: la luna era un pobre diablo celestial.

Y siguieron pasando las cosas de siempre. En ese 1970 horrendo, a Jimmy Hendrix y a Jannis Joplin los mató una sobredosis de heroína, murió Charles De Gaulle (con la misma amargura de su inspirador Napoleón Bonaparte), llegó Allende al poder, Estados Unidos invadió Camboya, el Perú conoció del infierno de un terremoto con 67,000 muertos, hubo un golpe de Estado en Argentina, el escritor japonés Yukio Mishima se abrió el vientre después de una arenga fascista.

Ese año, además, se tuvo noticia, gracias a la traición pía del analista de la Rand Corporation Daniel Ellsberg, de las miles de páginas que, fotocopiadas y sacadas clandestinamente de la secretaría de Defensa, se conocerían como “Los papeles del Pentágono”, el más grande documento oficial sobre las mentiras y los crímenes de la política de los Estados Unidos en el sudeste asiático.

Leyendo esos documentos yo entendí que, en materia de relaciones internacionales, había estado en la luna. Y mientras Kissinger, más criminal que nunca, preparaba la distensión con Mao, más déspota que ninguno, la luna, despojada de todo halo de poesía, siguió siendo el ojo ciego que el azar nos dio como comparsa.

No es que llegamos a la luna. Es que quisimos invadirla. Lo que pasa es que no tenía nada que pudiésemos saquear.
Escribe: Cesar Hildebrandt/Diario La Primera

15 jul 2009

ZELAYA EN PIE DE GUERRA

Consciente de que el tiempo apremia después de más de dos semanas en el exilio, y que su rival, Roberto Micheletti, ya está instalado en el poder, con el gobierno prácticamente formado, El presidente Zelaya instó a los hondureños a la "insurrección".

"La insurrección es un derecho legítimo (…) frente a un gobierno usurpador y de militares golpistas", afirmó Zelaya en rueda de prensa en Guatemala, adonde llegó el martes procedente de Nicaragua.

Zelaya incitó a sus compatriotas a la "la huelga, la manifestación, las tomas, la desobediencia civil" hasta que los "golpistas salgan del régimen de facto que han establecido en nuestro país".

El presidente depuesto tiene ahora depositadas sus esperanzas de volver a Tegucigalpa en la negociación que se reanuda este sábado en Costa Rica con la mediación del presidente Oscar Arias.

Ambas delegaciones -la suya y la de Micheletti- regresarán a San José una semana después de haberse ido sin ponerse de acuerdo sobre un tema clave: la restitución de Zelaya en el poder para concluir la actual legislatura que termina el 27 de enero, como lo exige la comunidad internacional que le ha dado su apoyo tras el golpe de estado del 28 de junio.

Pero nada parece indicar que Micheletti, designado presidente por el Congreso Nacional tras el golpe, vaya a retirarse.

El gobierno de facto de Roberto Micheletti acaba de adoptar las primeras medidas económicas para hacer frente a la crisis en Honduras, mientras el depuesto presidente Manuel Zelaya instó a los hondureños a la "insurrección" para forzar su restitución en el poder.

"El gobierno tiene el control completo del territorio", avisó la víspera el canciller Carlos López, uno de los cuatro negociadores de la delegación de Micheletti, quien recomendó a Zelaya y a su delegación que se "carguen de paciencia" en la negociación, la misma que ha pedido el propio Arias.
Mientras Zelaya da la vuelta a Centroamérica y viaja a Estados Unidos para recabar apoyos, el gobierno de Micheletti adoptó la víspera las primeras medidas de tipo económico en su primer consejo de ministros, destinadas a capear la crisis en que se encuentra el país.

"Se reducirán los gastos en compra de vehículos, viáticos, compra de combustible, publicidad y todo gasto innecesario", señaló la ministra quien aseguró que las entidades financieras internacionales no han suspendido los fondos externos ni los países la cooperación con Honduras.

Mientras trata de dar señales de normalidad el país amaneció este miércoles sin toque de queda por segundo día consecutivo, Micheletti ha tenido que hacer frente a la primera baja de su gobierno con la dimisión de Enrique Ortez de la cartera de Gobernación después que había hecho otro tanto de la cancillería.

Ortez, que había dicho del presidente estadounidense Barack Obama que es un "negrito que no sabe dónde está Tegucigalpa", ha tomado la decisión de retirarse para "no causar daño al gobierno de nuestro amigo Roberto Micheletti", según declaró en su carta de renuncia.

LA CIA EN HONDURAS

La ruptura del orden constitucional en Honduras pone en evidencia que la cultura golpista sobrevive en América Latina. Bastó que el presidente Zelaya decidiera llamar a una consulta popular para que los militares en complicidad con la CIA, el poder judicial y la oligarquía tomaran el control para establecer un gobierno de facto encabezado por el derechista Roberto Micheletti quien busca convertir al pueblo centroamericano en una república bananera.

El golpe militar perpetrado en Honduras no es un hecho aislado es parte del andamiaje capitalista, lleva la firma y la marca indeleble de la CIA como en Chile, Colombia y Perú en el pacifico sur, donde la CIA se mueve como pez en el agua; una suerte de cabeceras de playa para los planes de “inteligencia” del Pentágono.

14 jul 2009

¿EL PERU AVANZA?

El Perú transita por el sinuoso camino de la corrupción, desnacionalización y pérdida de soberanía. El territorio nacional está siendo lotizado, concesionado y rematado a diestra y siniestra al mejor postor.

El ande y la amazonia es rica en recursos naturales, pero es ajena. Los campesinos son “dueños” de las tierras y no de sus aires, de su suelo, de sus bosques y de sus ríos en cuyas arenas se encuentra el oro.

El petróleo, el gas y la minería tienen otros dueños, el gran capital. Al paso que vamos el aire, el suelo, el mar y los centros arqueológicos dejará ser nuestro; el último botín en disputa será el agua y la energía, recurso estratégico escaso en el país del sur.

El gobierno aprista apunta en esa dirección; lotizar las tierras de la costa, la sierra y la amazonia, intento fallido, al final terminará cediendo ante las exigencias del TLC. El agro nacional desaparecerá, el productor agrario no podrá competir en calidad, precio y volumen.

Alan García se ha puesto de rodillas ante las multinacionales, el imperialismo y la burguesía nacional.

Nos gobierna pillos y bandidos de cuello y corbata.

13 jul 2009

OBAMA: LA OTRA MIRADA

No debe haber sido cómodo para Obama verse cara a cara con el papa Benedicto XVI justo cuando corrían por el mundo, como reguero de pólvora, comentarios indiscretos sobre la foto difundida el jueves en la que el mandatario estaría observando el prominente trasero de una colaboradora del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, niño mimado de Obama. La escena tuvo lugar en plena cumbre del G-8, en Italia.

El presidente Obama quedó en medio de una fuerte polémica cuando se difundió un video en el que aparece, en medio de la cumbre del G-8, desviando la mirada hacia Mayara Rodríguez Tavares, una joven brasileña de 17 años que representa a Unicef y asesora al presidente Lula da Silva.

En la imagen también se puede ver al mandatario francés Nicolas Sarkozy reírse irónicamente mientras observa a Obama. Luego del incidente, el estadounidense se reunió con Benedicto XVI y le prometió esforzarse para disminuir el número de abortos en los Estados Unidos.

No sólo el estadounidense habría sucumbido a la neumática Mayara Rodríguez Tavares, de apenas 17 años, que trabaja para Unicef. El reverso de la garota también habría raptado la mirada pícara del galo Nicolas Sarkozy. El presidente francés hasta agregó una sonrisa al festín óptico que pareció engolosinarlo por unos segundos.

Pero la duda queda. En el video del episodio se ve a Obama mirar hacia abajo, sí, pero parece hacerlo para detectar un escalón antes de ayudar a su propia asesora, que también estaba con los presidentes, a bajarlo.

Las suspicacias, sin embargo, no opacaron la solemnidad de la que Obama hizo gala en la Santa Sede. Todos olvidaron por un momento la imagen erógena cuando se supo que Obama le prometió a Joseph Ratzinger hacer todo lo posible para reducir el número de abortos en Estados Unidos.

La promesa del afroamericano llegó tras meses de controversias entre la Casa Blanca y el Vaticano en temas como el aborto y las células madre. Poco después de asumir, Obama adoptó una línea más progresista en ambos temas que la de su antecesor, el republicano George W. Bush. Su primera medida fue anular una orden de Bush que prohibía ayuda financiera a organizaciones internacionales que apoyan o realizan abortos. El Vaticano lo criticó varias veces por esa decisión. El arzobispo Rino Fisichella, presidente de la Academia Pontificia para la Vida del Vaticano, calificó de “arrogancia” la medida de Obama.

El Papa recibió al norteamericano en la primera reunión entre ambos desde que el mandatario llegó a la Casa Blanca. En un encuentro privado de 35 minutos en la biblioteca privada del Pontífice, Obama informó al Papa sobre la cumbre del G-8. El líder espiritual de 1.100 millones de católicos y Obama, cristiano protestante, posaron brevemente para los fotógrafos antes de ingresar en la biblioteca. El Vaticano espera tener en Obama un aliado en la lucha contra el hambre y los problemas económicos y el diálogo interreligioso. También el conflicto palestino-israelí es un tema central para el Papa. Ambos comparten posiciones sobre la situación en Oriente Medio.

Es difícil prever cuál será la política de Obama frente al sentimiento religioso americano. Es probable que Obama sea conservador en política exterior y radical en temas como el aborto y el matrimonio homosexual. Si Obama cede al ala radical del Partido Demócrata, tendrá conflictivos con el Vaticano. Pero también tendrá problemas en el frente interno, a diferencia de la europea, no acepta al liberalismo en estos temas sociales. Los negros y los latinos, votantes de Obama, ya rechazaron el matrimonio homosexual en California.

11 jul 2009

VIENEN TIEMPOS OSCUROS

El anuncio de “Caretas” se ha cumplido.

Tenemos un jefe de gabinete que puede considerarse “de choque”.

Si Yehude Simon era el del diálogo falsete, las actas de tinta que se hacía invisible a las dos semanas y las promesas hechas para romperse, Javier Velásquez Quesquén será el perfecto búfalo al servicio de la única causa que un cerebro como el suyo puede captar: la antropomórfica causa de Alan García.

Reconforta que el doctor García haya optado por la transparencia. Qué independientes ni qué ocho cuartos. ¡A apostar por el servicio doméstico!

Velásquez Quesquén, que dice “teníanos” cuando quiere decir “temíamos” y persiste en decir “teníanos” cuando quiso decir “teníamos”, es uno de esos apristas que Haya de la Torre habría ocultado, de pura vergüenza, en el trastero.

Y es que Velásquez Quesquén da vergüenza. No sólo es su ignorancia moldeada a la sombra de los algarrobos –cosa que sería relativamente fácil de atenuar y pasar por alto-. No es tampoco su matonería intrínseca, su vocación por la trampa, su gusto por el enjuague.

Lo más desagradable de Velásquez Quesquén es, en realidad, su alanismo sin tregua, ese fanatismo privado y cánido –con perdón de Rin Tin Tin- que lo conduce a gritar como energúmeno cada vez que alguien menciona las palabras “robo”, “latrocinio”, “Frontón”, “fideicomiso”, “tren”.

Velásquez Quesquén es un peón sin escrúpulos del despacho presidencial. Y ahora lo premian con algo que lo convierte en comandante en jefe del área de servicios. Nadie en Chiclayo imaginó que llegaría tan lejos.

¿Qué nos quiere decir el doctor García con el nombramiento de Velásquez Quesquén?

Que las cosas siempre pueden empeorar. Que, además, se vienen tiempos confrontacionales. Que el gobierno “recuperará la autoridad” a punta de dureza. Que las mesas de diálogo pasan a la cuarentena. Y que la bufalización del gabinete es el anuncio de que la campaña electoral para el 2011 será, desde el gobierno, una de las más sucias de los últimos tiempos. García quiere cumplir esa promesa de que no podrá imponer a un candidato pero que sí puede impedir que la gente vote por alguien que no pertenezca “al sistema”.

Que se diga que Rafael Rey va a Defensa ya es de por sí una humorada digna del mejor Ugo Tognazzi. Y que un vocero de Yanacocha sea mencionado como posible ministro de Energía y Minas da una idea del descaro al que vamos llegando. Lo único que me falta oír a la hora en que escribo estas líneas es que Marcelo Odebrecht, nacionalizado como Baruch Ivcher, irá a Sedapal y que “la mecánica del folclore” so montará en el ministerio de la Mujer.

En todo caso, lo que está a estas alturas confirmado ya es suficiente: el impresentable Velásquez Quesquén será “primer ministro”. La respuesta alanista a su caída en las encuestas y al naufragio del gabinete Simon es mano dura, sectarismo y adulación. Con Velásquez Quesquén todo eso está garantizado. Aparte, claro está, de mano libre para el ingreso de apristas a la administración pública y de manejos mafiosos en relación a la prensa. Tiempos oscuros los que se vienen.
Escribe: César Hildebrandt/Diario La Primera

ZELAYA NIEGA INJERENCIA DE CHÁVEZ

El derrocado Manuel Zelaya descartó que el presidente venezolano Hugo Chávez tenga injerencia "ni política ni de presencia" en los asuntos de Honduras, negando además que la petrolera estatal venezolana pague sus gastos.

"El que tiene injerencia en Honduras es Estados Unidos, no Hugo Chávez. Él no tiene injerencia, ni política ni de presencia. Nosotros tenemos amistad con Hugo Chávez y respetamos su liderazgo", dijo Zelaya en una entrevista publicada este sábado por el diario La Nación, de San José.

Por ello, justificar el golpe del 28 de junio por su amistad con Chávez no tiene sentido, afirmó. "Esa es una acusación jalada de los cabellos. O sea, porque usted es amigo de un presidente, entonces le dan un golpe de Estado", dijo.

"¿Qué tiene que ver Hugo Chávez con esto? En estas semanas he viajado cuatro veces a Washington, a entrevistarme con (la secretaria de Estado) Hillary Clinton, con gente de la OEA y la ONU. No he ido a Caracas, ese es un prejuicio absurdo", expresó.

Zelaya, que ha viajado en aviones venezolanos luego de que fue expulsado del poder, negó poseer una tarjeta de crédito corporativa de la empresa petrolera estatal venezolana PDVSA, y sostuvo que sus gastos los han pagado de su propio bolsillo o ha sido invitado por los gobiernos que lo han acogido.

"Me pagaron los hoteles en San José. Me los dio la cancillería. ¿Quién me dio la comida? (...) Me invitó (el presidente) Óscar Arias a comer", expresó, sobre los días que estuvo en Costa Rica para participar en el diálogo que busca arreglar la crisis en Honduras.

"He tenido una sola agencia de tarjetas en mi vida y la que llevo es mía. Nunca del gobierno", agregó.

Las negociaciones entre los delegados de Zelaya y del régimen de facto de Roberto Micheletti culminaron el viernes en San José tras dos días de deliberaciones, pero ambas partes volverán a conversar próximamente, informó Arias, que hace de mediador.

10 jul 2009

¿A DÓNDE VA HONDURAS?

La ruptura del orden constitucional en Honduras pone en evidencia que la cultura golpista sobrevive en América Latina. Bastó que el presidente Zelaya decidiera llamar a una consulta popular para que los militares en complicidad con la CIA, el poder judicial y la oligarquía tomaran el control para establecer un gobierno de facto encabezado por el derechista Roberto Micheletti.

Los usurpadores de la soberanía popular históricamente han utilizado un lenguaje demagógico y seudo democrático para legitimar regímenes dictatoriales. Aquí, pasajes del discurso de Micheletti y del dictador chileno Augusto Pinochet, no hay mucha distancia.

Micheletti: “Están hablando de un golpe de Estado, aquí los tres poderes están funcionando, no ha habido un golpe de Estado; el país y la mayoría de sus ciudadanos respaldan la sucesión democrática”.

Pinochet: “Siempre he sido un demócrata, no soy militar golpista, tirano ni dictador. Ante la tentativa del marxismo de infiltrarse en las Fuerzas Armadas, tuve que decidir si debía ser leal con la patria o con el presidente Allende”.

Micheletti: “Hace tiempo no veía un entusiasmo como el que ahora tienen los hondureños. El pueblo dejó de tener miedo a un gobierno que nos quería llevar a la izquierda; nosotros queremos vivir en una derecha progresista”.

Pinochet: “Con enorme inquietud recibí el triunfo del candidato de la equivocadamente llamada Unidad Popular y con creciente angustia presencié cómo en Chile se deterioraba su consistencia social, moral, económica y política”.

Micheletti: “A todos esos países que nos amenazan les diría que si nos van a invadir se van a encontrar con un ejército de 7,5 millones de soldados, que es la población que tiene Honduras, dispuestos a defender la patria, el territorio, las leyes y la constitución”.

Pinochet: “Este es un país de gente cálida que ama la libertad; por eso rechazó al comunismo cuando intentó tomar al país; una larga lucha de la cual nosotros formamos parte”.

Micheletti: “El presidente Zelaya estaba llevando el país hacia el “chavismo”, ese modelo que no es aceptado por los hondureños. Si Zelaya hubiera seguido en el poder desgraciadamente hubiésemos tenido la mala suerte de caer en un orden anárquico”.

Pinochet: “En ningún momento ordené el fusilamientos de personas, había una Junta de Gobierno, solo en defensa propia se podía abrir fuego”.

Micheletti: “Zelaya desobedeció a la Justicia y al Congreso después de que los tribunales declararon ilegal la consulta que pretendía llevar a cabo. Yo me reuní con él muchas veces para intentar convencerlo de que diera marcha atrás pero no hubo forma”.

Pinochet: “¿A quién le tengo que pedir perdón? a nadie, ellos tienen que pedir perdón, todo lo que hice lo haría de nuevo. No tengo odio ni rencor, soy bueno, me siento un ángel”.

Micheletti: “Demos gracias a Dios por haber permitido que la democracia no se interrumpiera en nuestra patria, los héroes de esta jornada democrática son nuestro ejército. El 90% de los hondureños están contentos con lo que ha pasado al país porque se trata de una sucesión constitucional”.

Pinochetti: “Gracias, patria mía, he sido tu soldado y ello me hace feliz.”

Micheletti: “Nosotros vamos a explicarles a los organismos y a los países amigos que aquí no ha habido un golpe de Estado. El país y la mayoría de sus ciudadanos respaldan la sucesión democrática. Estamos orgullosos de lo que hemos hecho”.

En efecto, detrás del golpe militar en Honduras está la mano de la oligarquía que ha convertido al pueblo centroamericano en una república bananera, base política y militar que lleva la firma y la marca indeleble de la CIA.

La ofensiva norteamericana está orientada en crear un clima de inestabilidad política en la región, el caso hondureño no es un hecho aislado. La CIA opera con total libertad, sus informantes y colaboradores se mueven como pez en el agua.

En América del sur los gobiernos de Perú, Chile y Colombia son cabeceras de playa del imperialismo norteamericano. Alan García es el aliado estratégico de la CIA en el pacifico sur.