13 jul 2009

OBAMA: LA OTRA MIRADA

No debe haber sido cómodo para Obama verse cara a cara con el papa Benedicto XVI justo cuando corrían por el mundo, como reguero de pólvora, comentarios indiscretos sobre la foto difundida el jueves en la que el mandatario estaría observando el prominente trasero de una colaboradora del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, niño mimado de Obama. La escena tuvo lugar en plena cumbre del G-8, en Italia.

El presidente Obama quedó en medio de una fuerte polémica cuando se difundió un video en el que aparece, en medio de la cumbre del G-8, desviando la mirada hacia Mayara Rodríguez Tavares, una joven brasileña de 17 años que representa a Unicef y asesora al presidente Lula da Silva.

En la imagen también se puede ver al mandatario francés Nicolas Sarkozy reírse irónicamente mientras observa a Obama. Luego del incidente, el estadounidense se reunió con Benedicto XVI y le prometió esforzarse para disminuir el número de abortos en los Estados Unidos.

No sólo el estadounidense habría sucumbido a la neumática Mayara Rodríguez Tavares, de apenas 17 años, que trabaja para Unicef. El reverso de la garota también habría raptado la mirada pícara del galo Nicolas Sarkozy. El presidente francés hasta agregó una sonrisa al festín óptico que pareció engolosinarlo por unos segundos.

Pero la duda queda. En el video del episodio se ve a Obama mirar hacia abajo, sí, pero parece hacerlo para detectar un escalón antes de ayudar a su propia asesora, que también estaba con los presidentes, a bajarlo.

Las suspicacias, sin embargo, no opacaron la solemnidad de la que Obama hizo gala en la Santa Sede. Todos olvidaron por un momento la imagen erógena cuando se supo que Obama le prometió a Joseph Ratzinger hacer todo lo posible para reducir el número de abortos en Estados Unidos.

La promesa del afroamericano llegó tras meses de controversias entre la Casa Blanca y el Vaticano en temas como el aborto y las células madre. Poco después de asumir, Obama adoptó una línea más progresista en ambos temas que la de su antecesor, el republicano George W. Bush. Su primera medida fue anular una orden de Bush que prohibía ayuda financiera a organizaciones internacionales que apoyan o realizan abortos. El Vaticano lo criticó varias veces por esa decisión. El arzobispo Rino Fisichella, presidente de la Academia Pontificia para la Vida del Vaticano, calificó de “arrogancia” la medida de Obama.

El Papa recibió al norteamericano en la primera reunión entre ambos desde que el mandatario llegó a la Casa Blanca. En un encuentro privado de 35 minutos en la biblioteca privada del Pontífice, Obama informó al Papa sobre la cumbre del G-8. El líder espiritual de 1.100 millones de católicos y Obama, cristiano protestante, posaron brevemente para los fotógrafos antes de ingresar en la biblioteca. El Vaticano espera tener en Obama un aliado en la lucha contra el hambre y los problemas económicos y el diálogo interreligioso. También el conflicto palestino-israelí es un tema central para el Papa. Ambos comparten posiciones sobre la situación en Oriente Medio.

Es difícil prever cuál será la política de Obama frente al sentimiento religioso americano. Es probable que Obama sea conservador en política exterior y radical en temas como el aborto y el matrimonio homosexual. Si Obama cede al ala radical del Partido Demócrata, tendrá conflictivos con el Vaticano. Pero también tendrá problemas en el frente interno, a diferencia de la europea, no acepta al liberalismo en estos temas sociales. Los negros y los latinos, votantes de Obama, ya rechazaron el matrimonio homosexual en California.

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