14 ago 2010

KOURI SUFRE CAMBIO RADICAL


Alex (más propiamente Alexander) Kouri Bumachar ha sufrido un cambio radical en su carrera política: el Jurado Electoral Especial de Lima Centro ha declarado fundada la tacha contra su candidatura a la alcaldía de Lima.

Varios de los postulantes al cargo han saltado de alegría, lo cual es comprensible, pues ellos suponen que van a cosechar por lo menos parte de los votos de Kouri ahora vacantes. El principal adversario de Kouri en el plano político, Carlos Roca, mantenía, en cambio, hasta el cierre de estas líneas, silencio riguroso.

¿No habrá ocurrido que la cúpula aprista, rotas sus esperanzas en un contubernio con Kouri, está reconsiderando su anatema contra la candidatura de Roca?

Sea como fuere, lo cierto es que Roca puede resultar el principal beneficiado con el rudo y legal mandoble sufrido por Kouri. No sólo porque fue él quien denunció la confabulación de dirigentes del APRA con el candidato de Cambio Radical, sino porque definió a éste y a Lourdes Flores candidatos de la derecha. Su puntería no tuvo por blanco las personas, sino la política. Removió con eso capas dormidas de las bases apristas y despejó tinieblas de la atmósfera política.

Kouri puede apelar de la tacha que le ha sobrevenido. Pero los fundamentos de esa tacha son irrefutables.

La resolución precisa que, en su calidad de presidente regional del Callao, Kouri estaba impedido de desempeñar actividades profesionales o empresariales, salvo las de docente, que no ejerció. Además, no ha podido demostrar que estuvo domiciliado en la provincia de Lima por más de dos años continuos hasta antes del 5 de julio de 2010. Esa permanencia es obligatoria. Por no haberla cumplido, se ha acogido la tacha.

Incluso en el supuesto de que la presión política de Alan García consiguiera modificar la resolución contra Kouri, eso desataría un escándalo y una reacción enérgica de los más diversos sectores de opinión.

La candidatura Kouri está, cuando menos, herida de muerte. Es un poco lo mismo que le sucede a la candidata Lourdes Flores. Ha confesado que hasta junio siguió recibiendo miles de dólares de César Cataño, sospechoso de narco y deseoso de importar, con la ayuda abogadil de la señorita Flores, veinte mil autos con más de diez años de antigüedad. La candidata no sólo ha manchado su propia imagen, sino que aboga por ensuciar la atmósfera de Lima. Si resulta alcaldesa, ¿con qué cara podría combatir la contaminación ambiental y el caos vehicular?

Los auspiciadores de Kouri y de Flores deben de padecer una preocupación existencial: lo que van a sufrir sus candidaturas distritales en Lima. No se puede excluir un efecto de cascada: La caída de la cúspide puede arrasar los escalones inferiores. He ahí un huaico político que produciría un cambio radical.
Escribe: César Lévano

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