24 abr 2011

MVLL: la ejemplar lucidez de un Nobel

Al viajar a Buenos Aires y ocupar ese podio inaugural de la Feria Internacional del Libro que un grupo de intelectuales cortesanos del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner pretendió negarle, Mario Vargas Llosa hizo lo que siempre que ha podido ha hecho: acudir al escenario de los hechos y debatir con argumentos, explicar sus puntos de vista, es decir realizar el ejercicio intelectual de un hombre libre.

En numerosos momentos de su aplaudida intervención MVLL dio la impresión de que hablaba a los argentinos para que lo escuchen los peruanos y viceversa. Y, ciertamente, nadie esperaba que, después de tantos años, el “sartrecillo valiente” recurriera a la tesis sartreana del mal mayor y menor para explicar su voto en la segunda vuelta. Forzado a un dilema moral y ético, elegir entre el mal absoluto –la dictadura y sus herederos– VLL opta por lo que le parece un mal menor: votar por Ollanta Humala en la perspectiva de que reforme su plan de gobierno.

De este modo, nuestro máximo escritor da por terminado su periodo de reflexión. “Será un voto sin alegría –dice– pero pediré a los peruanos democráticos que hagan lo mismo que yo”. Y agrega que espera que “lo que diga el candidato Humala sea verdad: que no seguirá el modelo de Hugo Chávez sino el de Lula, es decir no estatizará las empresas, no tocará los medios y renunciará a las medidas que provocan recelo”.

La decisión del Nobel ha descolocado a los fujimoristas, que al carecer de argumentos han optado por los insultos. MVLL “necesita un psiquiatra”, afirman; y otra vez nos salen con la vieja cantaleta de hace veinte años “está hablando por la herida”. Este intento de desvalorizar a nuestra mente más lucida no podía ser más avieso. Pero nada quieren saber de quien califica como “mal mayor” el retorno al poder del autócrata Alberto Fujimori gobernando de titiritero a través de su hija y heredera.

“Voy a votar por Humala porque creo que los peruanos no pueden legitimar con su voto una dictadura que dejó huellas dolorosas, muchos muertos y desaparecidos, terribles atropellos contra los derechos humanos y corrupción generalizada. Esa dictadura no puede ser reivindicada”. La opción no ha sido simple, pero era la que se esperaba de alguien que es un auténtico liberal, y no como muchos de nuestros liberales criollos, que aceptan la parte económica del liberalismo, pero en lo político siguen siendo los conservadores y patrimonialistas de siempre.
Esos liberales a medias o, mejor, conservadores disfrazados de liberales solo para aquello que les conviene, rechazarán a MVLL como lo hicieron hace 20 años al apoyar el autogolpe fujimorista. No hay más que ver los ataques que han suscitado las declaraciones del Nobel en las redes sociales, donde MVLL ha vuelto a convertirse en una suerte de “bete noire” para quienes, no habiendo vivido la era de impunidad y rapiña que encarnó el fujimontesinismo, piensan que puede ser alternativa.
Por eso estamos con MVLL muchos peruanos que vemos a Keiko Fujimori –a la que ahora se pretende declarar poco menos que inimputable cuando fue primera dama– rodeada por los mismos rostros que acompañaron a su padre y que destruyeron el orden democrático, callando y amnistiando a quienes cometieron crímenes atroces y compartiendo el cletómano festín de los saqueadores de la caja fiscal. Por eso nos oponemos a su retorno y a sus gritos de revancha. El fujimorismo es la vuelta a un pasado de impunidad que no debe repetirse.
Tomado del Diario La República

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