19 sept 2008

¿ADÓNDE VA CHILE?

El Perú enfrenta una difícil coyuntura política y económica, la invasión de capitales del sur es avasalladora; supermercados, agroindustria, minería, comercio, construcción, finanzas, servicios, transporte, comunicaciones, industrias manufactureras, energía, puertos, ONGs, cadenas hoteleras, tierras de la costa, del sur y la amazonía son chilenas.

Al paso que vamos, el aire, el suelo, el mar dejara de ser peruano, el ultimo botín en disputa será los medios de comunicación, clubes de fútbol, Chavín y Machupicchu; la geopolítica chilena va en esa dirección, guerra económica que apunta ganar la batalla por el agua y la energía, recursos escasos en el país del sur.

Los vientos del sur soplan fuerte, el empresariado nacional corre el riesgo de desaparecer del mercado, convertirse en gerentes y administradores de las empresas chilenas, en el peor de los casos dejaran de ser el uno y el otro.

El panorama es grave ante la masiva llegada de capitales, solo queda el grupo Galski, Añaños y Rodríguez Banda, empresas nacionales que invierten en el país y articulan mejor las cadenas productivas; los grupos internacionales actúan en sentido contrario, son importadores, la cadena de productores son internacionales, la mano de obra calificada son foráneas, las utilidades no se reinvierten, a ningún multinacional le interesa desarrollar un país.

El caso Wong fue un duro golpe para el orgullo nacional comparable con Backus y Johnston del gigante Bavaria-SAB Millar; mañana será Añaños, Rodríguez Banda, Aerocondor ese es el destino que le toca transitar a las empresas nacionales, terminaran absorbidos por las grandes corporaciones ante la miopía de los empresarios timoratos que no arriesgan por temor al fracaso.

El capital no tiene bandera ni nacionalidad fluye en dirección donde sopla el viento; si la realidad es así porque pelear por los productos de marca nacional si al final son absorbidas por las corporaciones internacionales, terminan en otro lado de la frontera y, de allí retornan con envoltura y etiqueta hecha a la medida de los intereses del capital extranjero.

El escenario resulta funesto para el Perú, estamos perdiendo la guerra en todos los frentes, ¿será posible convivir con un paisaje diferente? las marcas chilenas están en todas partes; situación compleja para el sentimiento nacional, arremetida expansionista que duele mucho; a soportar el mensaje subliminal “cómprale a Chile”, “consuma lo que Chile produce”, clarinada de alerta que algo anda mal.

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