19 sept 2008

MARINA EN CAIDA LIBRE

El derecho de revocar un mandato en un principio rector de las democracias representativas y un compromiso permanente del ciudadano con sus instituciones, instrumento legal valido en la solución de conflictos en el manejo de la cosa publica; uno de este mecanismo de participación y control ciudadano es el pedido de vacancia de una autoridad por los actos de nepotismo en el ejercicio del poder.

El caso Marina Sequeiros Montesinos, vacada del cargo de alcaldesa por el concejo municipal por nepotismo resulta irrebatible, no hay argumento legal valido que desvirtúe la comisión del delito, la defensa de la alcaldesa a pesar del esfuerzo no ha podido probar lo contrario, saben perfectamente que no hay sustento en el argumento legal; en efecto es evidente la existencia del vinculo familiar entre la cuestionada alcaldesa con las ex trabajadoras de la Oficina del Boleto Turístico (OFEC).

Las leguleyadas esgrimidas por los abogados defensores de la ex alcaldesa de San Miguel, vacada de la alcaldía de la municipalidad provincial de Cusco adolece de argumento valido para torcer el acuerdo del concejo municipal, el Jurado Nacional de Elecciones en cumplimiento del procedimiento legal debería ratificar la vacancia dentro del plazo de ley, por que las pruebas instrumentales presentadas en su contra así lo demuestran.

La tormentosa relación de Marina Sequeiros con los regidores tuvo origen el primer día de gestión, la alcaldesa en el afán de convertir la municipalidad en oficina de empleo familiar y el clientelismo político, no supo manejarse dentro de los cánones democráticos, de apertura a las distintas corrientes de opinión. Marina Sequeiros no logro sintonizar el descontento de la ciudadanía, punto de quiebre de una conflictiva gestión que aceleró la complicada relación entre la alcaldesa provincial y el pueblo, enardecido por las demandas no atendidas y las promesas incumplidas.

La pérdida de confianza y descrédito del gobierno municipal ha sido una constante en los 18 meses de gestión, hecho que se refleja en la conducta autoritaria y maquiavélica de la alcaldesa Marina Sequeiros en el manejo de la cosa publica, corporativizar la municipalidad de Cusco a la medida de los intereses mediáticos, implantar políticas de corte dictatorial, de copamiento de los espacios democráticos de la institución municipal.

La turbulencia política al interior de la municipalidad del Cusco no se circunscribe en los actos de nepotismo cometido por Marina Sequeiros en el ejercicio del poder, menos en la resquebrajada relación con los medios de comunicación, en este caso el diario La Primera aludida reiteradamente por la alcaldesa provincial en su desesperada defensa. La crisis que atraviesa el gobierno local es fruto de una serie de hechos que ha ido minando el campo, una autoridad controvertida de compleja personalidad y de los exabruptos permanentes, quien creyó tener un poder sin limites; donde el abuso, la arrogancia, la soberbia y la prepotencia se convirtió en parte del paisaje en la vida publica de Marina Sequeiros.

La Municipalidad del Cusco enfrenta una difícil y compleja situación política, la crisis ha tocado fondo, los problemas no terminan con la vacancia de la alcaldesa provincial, el concejo municipal tiene a la vista el proceso de revocatoria en marcha, en la medida que el próximo alcalde maneje los conflictos con inteligencia y sabiduría podrá revertir el descrédito ciudadano, introducir un franco proceso de reingeniería institucional, restablecer el principio de autoridad en todos los niveles de gestión, sacudirse del entorno contaminado que a hecho daño a la organización municipal.

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