17 oct 2008

100 DIAS: BALANCE & PERSPECTIVAS


(Articulo impedido de publicar)¿Que se puede decir de los primeros 100 días de gobierno regional y municipal? Como hemos sostenido en anteriores artículos existe una clara tentación autoritaria en el manejo de la cosa pública y un peligroso sobre dimensionamiento de la burocracia en el gobierno regional y municipal de Cusco. Transcurrido los primeros 100 días de gobierno no se percibe cambios sustanciales en política de desarrollo en la lucha contra la pobreza y la exclusión social.

La nueva gestión ha perdido el paso a las promesas de cambio, no ha tomado pulso a los riesgos de la impopularidad en tan corto tiempo y el peligro siempre abierto de un inminente desborde social ante el desencanto y frustración. La coyuntura exige a Hugo Gonzáles y Marina Sequeiros mostrar cambios de orientación en los actos de gobierno, de hacer más y hablar menos, abandonar poses demagógicas en los discursos que obedece mas al manejo y habilidad política para mantener en vilo a la opinión publica. El balance es poco alentador, proceso que podría generar una corriente contestaria que evoque con nostalgia la figura de los controvertidos Cuaresma-Valencia.

Mientras la política recupera el tiempo perdido sumido en la ruta del naufragio colectivo, los 100 días de gobierno ha transcurrido en un clima de aparente tranquilidad política. La tregua obligada de la oposición ha permitido a las autoridades en gestión manejarse en calma pero bajo la lupa crítica de la ciudadanía a una administración que no inspira confianza. Al interior del gobierno regional y local se percibe aires turbulentos con entorno contaminado, de funcionarios con un pasado controversial que aumenta el descrédito y por otro el acelerado copamiento partidario de puestos de trabajo.

Si bien los grandes cambios y reformas no se han emprendido en metas de política económica, inversión y desarrollo humano o se han iniciado a medias; el gobierno regional y municipal no ha logrado recuperar la confianza de la opinión pública, capital político necesario para empezar a generar un profundo y verdadero compromiso de hacer viable un buen gobierno.

El otro factor negativo es sin lugar a duda el maquiavelismo político en marcha en las altas esferas del gobierno regional y municipal caracterizado por el reparto acelerado de puestos de trabajo direccionado, proceso que corroe a todos los estamentos de la administración publica, en efecto no dejan de ser métodos perniciosos que busca evitar cuestionamientos de posible nepotismo; similar fenómeno sucede en las municipalidades provinciales y distritales de la región

No pretendemos calificar, condenar a priori, ni criticar una gestión con poco camino recorrido, el juicio de valor que se hace sobre los 100 días de gestión de UPP obedece al sentido común, del juego democrático y del ejercicio de ciudadanía. No aspiramos ser la voz contestaria de cierta intolerancia que reedite comportamientos mediáticos y la falta de memoria para lanzar ataques incisivos como sucedió en el pasado reciente.

En efecto, cualquier ciudadano tiene la libertad para decir lo que le ocurre y le venga en gana, evaluar una gestión que deja muchas dudas, de correr los riesgos cuando otros callan, de resistir el fuego cruzado y los dardos que podría venir de algún osado por vertir una critica.

El balance resulta poco alentador por los hechos negativos que se viene sucediendo, es natural que la población tenga una percepción controversial de una gestión que carece de viabilidad y de contenido; los discursos contestatarios viscerales son valederas en épocas electorales pero cuando una autoridad esta en el poder se convierte en una careta simbólica muy importante para grandes sectores de la población que desde la pobreza ven el péndulo del reparto de empleo en la esfera del poder.

La única virtud del gobierno regional ha sido hasta ahora saber manejarse con mucho acierto en la arena mediática, las cabezas visibles Hugo Gonzáles y Mario Ochoa tienen la capacidad para medir la temperatura política y adaptarse a las circunstancias, mientras en la otra orilla la alcaldesa Marina Sequeiros post fugas clima primaveral a caído en grasos errores de gestión que ha merecido criticas en amplios sectores de la opinión publica; actuación nada favorable y poco convincente para una autoridad que arrastra una vasta y exitosa experiencia de gobierno municipal, hecho que no se refleja en la gestión provincial.

El cambio fundamental entre la administración anterior y actual ha sido básicamente, uno de estilo en el discurso, pero carente de pragmatismo y profundidad que recupere al menos en parte la confianza en la política; sin esa confianza recuperada, el gobierno regional y municipal no tendrá mas capital político para emprender las grandes reformas que altere la vida de los ciudadanos de a pie.

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