El Opus Dei impone sus valores a los pueblos, exige disciplina y obediencia a sus seguidores; inteligente manera de fingir y enmascarar sus actividades políticas bajo la sombra de la sotana.
Las compañías multinacionales, los magnates de la prensa y las finanzas, jefes de Estado y gobiernos son la crema y nata del Opus Dei.
El Perú es la cabecera de playa de la "Obra de Dios". En la dictadura fujimorista tuvo una influencia directa y hoy; cogobierna con el APRA. El cardenal Cipriani se mueve en tierra fértil como pez en el agua.
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