17 oct 2008

WONG, MADE IN CHILE


(Articulo vetado por la prensa))La desnacionalización de la economía es evidente, la invasión de capitales del sur es avasalladora; Saga Falabella, Casa e Ideas, Besalco, Tecsa, Indura, Sudamericana de Vapores, Entel, Codelco, Argos S.A., Ambrosoli, Carozzi, Lan, Ripley, Chilena Tabacos, Power Center, Teleticket, American Outlet, Metro, Eco Almacenes, Costa, Lab. Pasteur, Lab. Chile, Masisa, Endesa, Provida, Edelnor, Solgas, Banco de Trabajo, Inka Farma, BTL, Lab. Sanderson, Salfa Corp, Forus, Mallas Perú, Transoceánica, Luz del Sur, Fasa, Santa Isabel, Sodimac, Cencosud, agroindustria, minería, comercio, construcción, finanzas, servicios, transporte y comunicaciones, industrias manufactureras, energía, puertos, ONGs, cadenas hoteleras, tierras de la costa, del sur y la amazonía son chilenas.

La expansión del capital chileno en el mercado nacional no se detiene, tras la venta del supermercado Wong al conglomerado Cencosud, el grupo Falabella anuncio la construcción de un moderno centro comercial en la ciudad de Cusco con una inversión de 20 millones de dólares, al paso que vamos, el aire, el suelo, el mar dejara de ser peruano, el ultimo botín en disputa será los medios de comunicación, los clubes de fútbol y Machupicchu; la geopolítica chilena apunta en esa dirección.

Los vientos del sur soplan fuerte, las empresas nacionales emblemáticas han caído en manos chilenas sin resistencia. La invasión de capitales extranjeros en el mercado es cada vez creciente, el empresariado nacional corre el riesgo de desaparecer del mercado, convertirse en gerentes o accionistas minoritarios de las empresas chilenas, en el peor de los casos dejaran de ser el uno y el otro.

El panorama es grave ante la llegada de capitales del sur, la compra del grupo Wong por el gigante Cencosud ha sido un duro golpe para el Perú, bastó 500 millones de dólares para cambiar de dueño la empresa insignia nacional. La inversión chilena en el Perú asciende a 6,000 millones de dólares, mientras la inversión peruana en el país del sur apenas alcanza 223 millones de dólares incluido los 200 millones de dólares, valor de las acciones del grupo Wong dentro del conglomerado Cencosud.

El supermercado Wong fue parte de los grupos económicos exitosos ajenos a los 12 apóstoles entre las que figura Galski, Añaños y Rodríguez Banda, empresas nacionales que articulan mejor las cadenas productivas de las pequeñas y medianas empresas, invierten en el país; los grupos internacionales actúan en sentido contrario, son importadores por excelencia, la cadena de productores son internacionales, la mano de obra calificada son foráneos, las utilidades no se reinvierten, a ningún multinacional le interesa desarrollar un país.

El caso Wong es un duro golpe, nada justifica la millonaria venta, menos el argumento que no tenia capitales y experiencia internacional para competir con los grandes supermercados y corporaciones. Lo sucedido a Wong puede compararse con Backus y Johnston con la diferencia que el grupo Bentín antes de realizar la transacción millonaria con el gigante Bavaria-SAB Miller compró cuantas marcas nacionales para fortalecerse y ser mas atractivo para las multinacionales, mientras el grupo Wong organización modelo de desarrollo logro posesionarse sin ningún aliado a base de esfuerzo, tenacidad y confianza de la gente, riqueza que despertó la codicia de la transnacional Cencosud ( Centros Comerciales Sudamericanos) pulpo en las finanzas, pez grande de los supermercados.

El grupo Wong era una empresa ejemplo de admiración y respeto, emblemática historia que es cosa del pasado; antes fue Backus, hoy es Wong y mañana será Añaños y Rodríguez Banda, ese es el destino que le toca transitar a las empresas nacionales que se resisten morir, terminaran absorbidos por las grandes corporaciones internacionales ante la miopía y atónita mirada de los empresarios nacionales timoratos que no arriesgan por temor al fracaso.

El Perú esta de duelo ante la venta del supermercado Wong la más peruana de las empresas, ahora es chilena. El capital no tiene bandera ni nacionalidad fluye en dirección donde sopla el viento, si la realidad es así porque pelear por los productos de marca nacional si al final son absorbidas por las grandes corporaciones internacionales, terminan en otro lado de la frontera y desde allí retornan al territorio nacional con envoltura y etiqueta hecha a la medida de los intereses del capital extranjero.

El supermercado Wong a muerto, empresa emblemática de capitales peruanos, el corzo primaveral era una muestra de filosofía de trabajo de don Erasmo Wong, fenómeno cultural, político, económico y social sui géneris, de afirmación de peruanidad, de valores de identidad nacional y autoestima, servia para fortalecer la marca y acercarse más al cliente.

El nuevo escenario resulta funesto para el Perú, estamos perdiendo la guerra en todos los frentes, el grupo Wong a dejado de ser peruana ¿será posible convivir con un paisaje diferente? las marcas chilenas están en todas partes. El futuro resulta complejo para el sentimiento y orgullo nacional, arremetida expansionista que duele mucho, nos han quitado la empresa insignia; a soportar el mensaje subliminal “Cómprale a Chile”, “Bienvenido a Chile”, “Consuma lo que Chile produce”, “Chilena como tú” clarinada de alerta que algo anda mal.

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