
Ante este hecho, la respuesta no se dejo esperar, el valiente presidente ancashino César Álvarez, afirmó que enfrentará "junto a su pueblo" la denuncia que acordó iniciarle el Congreso de la República por maltratar públicamente a la legisladora María Helvezia Balta en la ciudad de Chimbote.
Álvarez consideró un atropello por parte del Legislativo la denuncia, tras argumentar en su defensa que no ofendió a la congresista y que, por el contrario, "prácticamente la salvó".

Dijo que los hechos ocurrieron en un "evento político" y no un certamen oficial. "Había como diez mil personas que querían que se vaya. Hay vídeos, yo le dije: señora congresista, con el respeto que se merece, el pueblo le pide que se retire", anotó.
Añadió que los manifestantes empezaron a lanzar platos y vasos descartables cuando le exhortó a Balta a que abandonara el lugar. "Hemos resguardado la integridad física de la congresista al pedirle que se retire", insistió.
Señaló que respeta a los congresistas, tanto mujeres como hombres, ya que conoce a varios; no obstante, acusó a los representantes del Congreso de insultar a las autoridades regionales cuando visitan las provincias.
"Hacen de todo por la inmunidad parlamentaria que poseen. Ellos sí pueden ofendernos, sí tienen patente de corso para ofender a los presidentes regionales. Son los “inmaculables”, los intachables del país", expresó.
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