DEPRESIÓN & TABAQUISMO

Un estudio realizado por profesionales del Instituto Nacional de Psiquiatría de México demostró la íntima relación que existe entre estar deprimido y fumar. El tratamiento antidepresivo disminuye la necesidad del cigarrillo.

Las personas con que atraviesan un proceso depresivo son más susceptibles a ser fumadoras que la población en general y, cuando lo hacen, se reduce en gran medida la severidad de sus síntomas depresivos. Además, cuando se someten a un tratamiento para mejorar su estado de ánimo se verifica que es menos probable que consuman cigarrillos.

De acuerdo con un estudio realizado por la Directora General del Instituto Nacional de Psiquiatría, María Elena Medina Mora, en colaboración con Ana Moreno Coutiño, investigadora de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México, las personas con depresión en edades tempranas tienen 18 veces mayor posibilidad de tener dependencia a las drogas y son más susceptibles a fumar.

Los resultados de este trabajo de investigación también muestran que las mujeres fumadoras tienen el doble de probabilidades de padecer depresión que las que no tienen esa adicción, así como cinco veces más posibilidad de sufrir depresión que los hombres.

Mientras que los hombres que fuman un atado diario quintuplican el riesgo de sufrir depresión en comparación con los no fumadores y quienes tienen o tuvieron esta adicción tienen 80% más probabilidad de presentar ese problema mental.

Las investigadoras resaltan en su trabajo titulado Tabaquismo y Depresión, publicado en la revista Salud Mental y allí afirman que la nicotina reduce tanto la incidencia como la severidad de los síntomas depresivos.

Vale recordar que los pacientes con trastornos psiquiátricos y adicción a sustancias representan un gran reto para los especialistas, debido a que la adición limita el uso de fármacos para el tratamiento y aumenta el riesgo de recaídas.
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