11 dic 2008

HILDEBRANDT: SEGUNDO DEBUT

Esta noche se presenta en la Feria del Libro “Ricardo Palma” la segunda edición, corregida y aumentada, de Cambio de Palabras, el libro en el que César Hildebrandt reunió inicialmente un conjunto de sus entrevistas publicadas en Caretas entre 1971 y 1980.

En esta columna escribí hace poco que hacía falta una segunda edición de ese libro publicado por primera vez en 1981, hace 27 años, por Mosca Azul. Tierra Nueva editores devuelve ahora a la atención pública estos textos que son lección de periodismo y, más específicamente, de entrevista. La nueva versión se avalora con entrevistas antes no incluidas (a Manuel Scorza, a Mario Vargas Llosa y a Javier Valle Riestra), así como un texto aleccionador: “Así preparo una entrevista”.

Puedo dar fe del rigor con que Hildebrandt lucubra sus entrevistas. En 1971 realizamos juntos la única entrevista al alimón que él haya afrontado, que tuvo como protagonista a Víctor Raúl Haya de la Torre.

Fue una conversación de seis horas que ha sido reproducida en varios libros y que incluso ha merecido figurar en una antología del ensayo hispanoamericano.

Interesante es, creo, la forma cómo preparamos esa faena. Elaboramos un cuestionario con 50 preguntas, a las cuales añadimos un rosario de repreguntas. Doris Gibson conservaba esa batería germinal de interrogaciones.

Al final, cuando llegamos a Villa Mercedes, el domicilio vitartino de Haya, éste nos dijo, terminante: “Si hay grabación, no hay entrevista”.

Sorteamos el impase trabajándolo al sentimiento.

Debo precisar que desde que conocí a Hildebrandt, a su ingreso en CARETAS, supe de la tempranía y agudeza de sus lecturas. En una etapa almorzábamos todos los días cerca de la revista. Supe por eso que no sólo era lector impenitente, sino también analista impecable e implacable de lo leído, que podían ser textos de Borges, Cortázar o Carpentier.

Desde ese fondo de saber y sensibilidad emergía para el periodismo. Julio Ramón Ribeyro me contó en París el asombro con que Cortázar recordaba la entrevista que Hildebrandt le hizo en Lima. Me consta que, no obstante su conocimiento panorámico y cabal de la obra del autor de Rayuela, el periodista se había encerrado una semana para planear la entrevista.

El libro que reaparece, enriquecido, muestra sólo una faceta del talento del autor. Reafirma éste aquí su convicción de que “la entrevista y la crónica son los dos géneros-madre del periodismo”. Sus propios trabajos indican que hay otros igualmente fecundos: el ensayo y la columna, la cual suele ser un ensayo breve. Francisco Umbral lo certifica.

Un anexo incluye esta clave: “El periodismo es un instinto, una percepción anormal de las cosas, un olfato animal para la anticipación”.

Hildebrandt demuestra que sólo los que ven lejos y rápido llegan lejos.
Escrito por César Lévano/LA PRIMERA

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